En el país se comete una gran cantidad de abusos sexuales y violaciones a menores, a pesar de que muchos casos no son denunciados, señalan expertos que participan en el Tercer Congreso Nacional “Conociendo las violencias sexuales que ponen en peligro la niñez y adolescencia de Guatemala”.
Según Haroldo Oquendo, de la Asociación Nacional Contra el Maltrato Infantil, en la Ciudad de Guatemala se reportan al año unos 140 casos, mientras que según las estadísticas de esa organización “se registran de 10 mil a 11 mil casos anuales a menores todo el país. Eso implica que el problema de la violencia sexual hacia los menores es muy grave, más incluso que hacia las mujeres o los adultos”, señaló.
En este sentido, Oquendo consideró un avance la ley contra la explotación sexual y la trata de personas y el reglamento de la ley de planificación familiar.
Sin embargo, señaló que “en más del 70 por ciento de los casos de violación o abuso sexual los agresores son familiares; es de tipo incestoso, y eso es alarmante y va relacionado con la cultura machista y al falta de acceso a educación sexual”.
También reclamó que existen muy pocas condenas por este tipo de casos. “En el mejor de los casos se castiga entre el 1 y 1.12 por ciento de los casos que llegan a condena”, indicó.
César Reyes, del Movimiento Social por la Niñez y la Adolescencia, recordó que Guatemala es firmante de los convenios internacionales que velan por los derechos de la niñez pero pocas recomendaciones se han cumplido. “Han agarrado con facilidad la ratificación de documentos pero no los han instrumentalizado, no informan, no hacen que la legislación interna s e adapte al convenio”, afirmó.
Otro ejemplo de la falta de aplicación de la normativa lo constituye la ley de Protección de la Niñez y la Adolescencia, manifestó Reyes. “Nos costó 12 años que el Congreso la aprobara, y ahora su aplicación es a paso de tortuga”, señaló. “Si mucho, hay estudios que hablan de que se ha implementado un 15 por ciento de su contenido”, señaló.
Por Adriana González
Es alarmante que haya aumentado el número de niños y niñas abusados sexualmente durante estos años.
Debido a la falta de educación, muchos niños y niñas no denuncian una agresión sexual, lo más triste de este caso, es que los mismos familiares sean quienes abusen sexualmente de ellos.
Se hace un llamado al Gobierno para que penalice esta acción, ya muchos de estos acosadores o violadores no reciben el castigo que merecen, y siguen haciendo daño a las personas.
Podemos darnos cuenta que nuestro país sigue viviendo en una cultura machista, donde las mujeres no podemos hacer nada por defender nuestros derechos y tampoco los derechos de nuestros hijos.